Conste antes de nada que admiro profundamente a la gente que crea blogs sobre street style. Y no solamente porque me apasione verlos, porque me admire de cómo hay mucha elegancia y buen gusto caminando por cualquier calle, sino por el arrojo que supone abordar a un completo desconocido y decirle que le quieres fotografiar para tu blog. Supongo que la amabilidad de la gente cuenta mucho en estos casos y, porqué no decirlo, también el ego, que se alimenta mucho cuando alguien te dice que vistes genial y que quiere que la gente te conozca.

 

                mujer flotante

Scott Schuman, más conocido como The Sartorialist, es el mejor caza-imágenes de street style. Incluso hace flotar a las mujeres….

 

Yo sería incapaz, lo reconozco y lo asumo. Soy muy tímida y me cuesta abrirme al resto de la gente, más aún como para acercarme a alguien a quien no conozco de nada y hacerle fotos así, por las buenas. Es por eso que lo admiro en otros.

Eso sí, como en todo en esta vida, a medida que cualquier tendencia se masifica, comienza a haber de todo: hay gente que hace fotos dignas de aparecer en un museo y otros que deberían dejar el intento y dedicarse, por ejemplo, al encaje de bolillos, que por otra parte, es una afición de lo más enriquecedora (dicen lo que la practican).

 

                 street style chictoochic

El Sartorialist español es Fernando Mañas, de Chictoochic. Pertenece a la categoría de fotos de museo

 

Supongo que, como todo aquello que no puedes alcanzar es lo que más admiras, me confieso adicta total a este tipo de blogs. Los visito diariamente, me guardo sus fotos para copiar los looks (aunque luego no lo haga) y los miro y remiro sin parar.

Esta adicción mía se hace cada vez más cuesta arriba, porque como ya he dicho, cada vez hay más blogs dedicados a este tipo de visión de la moda. Es por eso, que el otro día, ví este vídeo que me dejó impactada. Sabía que había muchos, pero no me imaginaba cuántos:

 

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=dOd0tEKGVRE]

 

Recuerdo que hace meses, leí un post de Miss B, en el que comentaba que había visto una chica vestida de un modo de lo más original. Había estado a punto de sacar su cámara y hacerle alguna foto, pero finalmente no lo había hecho. Posteriormente, había encontrado a la chica, con la misma ropa que llevaba cuando se cruzó con ella, en varios blogs. Eso me plantea un par de cuestiones: por un lado, demuestra cuán globalizado es el mundo en el que vivimos, pero también qué pequeño, que hace que los mismos salgan siempre en los todos los lugares. Por otro lado, ¿no crearemos celebrities de humo, basadas en la casualidad o simplemente en un momento de cierta conexión con sus armarios?

Lo cierto es que, también esto tiene su lado positivo. Si vives en una gran ciudad (no creo que Scott Schuman se pasee por un pueblo de veinte habitantes, desgraciadamente),  ya no sólo te vistes para tí, ni tampoco para matar de envidia a tus conocidos o compañeros de trabajo. Ahora el objetivo puede ser mayor: ahora te pones lo mejor de tu armario para ver si la suerte hace que te cruces con alguno de estos artistas de la cámara y caza-buen-gusto. Y eso no es mal estímulo.