Parece que después de unos cuantos fines de semana en los que nos acompañaba el sol y unas temperaturas de lo más agradables, nuevamente la lluvia nos va a hacer quedarnos en casa. Os propongo hacer un cine casero y ver Regreso al Futuro.

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No es una recomendación al tumtum, dejadme que os explique. Resulta que en casa somos grandes fans de la saga de Regreso al Futuro, pero nunca la habíamos visto con los niños. Cuando teníamos sólo a mi hija mayor, hacer cines caseros era algo sencillo y a lo que recurríamos con mucha frecuencia en casa, pero desde que nació el pequeño, la cosa se ha vuelto bastante complicada. No se está quieto, charla sin cesar y no nos deja enterarnos de nada. Nos apetecía mucho que ella las viera así que, pese a todos los inconvenientes, decidimos probar y ver qué pasaba.

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La película elegida fue la primera de la saga de Regreso al Futuro y cuál no sería nuestra sorpresa cuando mi hijo se pasó todo la película sentado, emocionado con todo lo que pasaba y sin pestañear, hasta el punto de que le lloraban los ojos de lo abiertos que los tenía. Cada vez que salía el famoso DeLorean en que el el protagonista viaja al pasado, mi hijo chillaba como un loco viendo correr al coche y al ver cómo salía fuego de la carretera.

No sé si fue más divertido poder ver toda la película sin interrupciones y con tranquilidad,  y sobre todo ver las reacciones de mi hijo.

Fue una tarde de lo más divertida. Así que si tenéis niños os recomiendo que lo probéis. Eso sí, importantísimo hacer un buen cuenco de palomitas o tener cerca algo de dulce para acompañar. Al menos si la película no les entretiene, las chuches sí lo harán.

Nosotros lo intentaremos con la segunda parte, esperemos que se repita la magia del momento.

Fotos: google