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Eran las siete y media cuando por fin salí de casa. Había quedado a las ocho e iba a llegar imperdonablemente tarde. ¡Para una vez que me animo a ser la organizadora de la quedada y yo, que soy siempre puntual, aún estaba lejos de Carolina Herrera, lugar de la cita! El teléfono empezó a sonar, con la gente que estaba a punto de llegar, y yo tan lejos…

A cinco minutos de Serrano, me doy cuenta de que no llevaba la invitación. ¡Soy un desastre! Ir a casa ya era imposible así que tuve que buscar una tienda de fotocopias e imprimirla de nuevo. Para terminar mi infierno personal quedaba cruzar Serrano, que, reducida a un carril, suponía una carrera de obstáculos sin fin.

Cambio de lugar: nos vemos en Chanel. Y finalmente llegué.

La entrada de Ortega y Gasset, cortada, con alfombra roja y todo… y dentro, la locura. Mucha gente, muchísima gente, mucha más de la que yo esperaba. Y entramos en Chanel. Es extraño tomar champagne y macarons rodeada de 2.55. Extraño para mí, que otros estarán acostumbrados…

 

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Interior de Chanel

 

Y después, calle arriba, y calle abajo…

Vogue celebraba la Fashion Night Out y nosotros no podíamos perdérnoslo.

 

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Interior del Espacio de Creadores Españoles. Todas las colecciones estaban a la venta, una gran tentación

 

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Modelos de Alta Costura de Josep Font. Verdaderas obras de arte.

 

Un resumen somero de mi Fashion Night Out:

1. Lo peor, cierto clasismo. Tener la invitación proporcionada por Vogue no era suficiente. Además, en muchos lugares, había que tener el pasaporte dorado, supongo que un invento para filtrar a los clientes VIP del resto de los mortales.

2. Lo divertido, la caza del famoso. Ver a Marta Sánchez, a Yolanda Sacristán, Carla Royo-Villalonga (encantadora, charlando con nosotros) o Carmen Lomana (muy lista, con zapato plano) hizo el paseo de lo más entretenido.

3. Lo mejor, ver a los amigos bloggers. Ver a mis niñas Cristina y Mamen, reencontrarme con Jose_airam, ver a Lady B casi por casualidad y que finalmente se uniera al grupo, conocer a Laura y a Shopaholic (realmente me supo a poquísimo, espero que nos volvamos a ver pronto) y quedar con la élite blogger, Heidi y Miss at la Playa (¡espero que nos veamos la próxima semana!) fue una experiencia impagable. ¡Gracias a todos!

4. Lo mejor de lo mejor: comprobar que, aunque todavía estamos en la edad de piedra en cuanto a la valoración de los bloggers por el mundo de la moda, sí que hay gente que nos tiene en cuenta. Los responsables de comunicación de Lidia Delgado y de Josep Font fueron realmente encantadores con nosotros. Y la verdad, acostumbrada a la ignorancia y el desprecio por parte de las altas estancias de la moda, esto es todo un aliciente.

5. Lo mejor de lo mejor de lo mejor, aunque suene fatal este momento autobombo, fue cuando en la tienda de Josep Font, tras tener una charla muy entretenida con el diseñador, dijo que conocía mi blog ¡Josep Font conocía mi blog! Creo que me tuvieron que bajar del alto techo de su tienda, porque si no, aún seguiría en las allí. Siento este momento, prometo que volveré a ser una chica humilde de nuevo.

 

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A la izquierda, cómo quedó todo tras la celebración. A la derecha, la bolsa regalo de Vogue (mi único regalo, por otra parte)

 

Lo dicho, que todas estas celebraciones, aunque no sea más que para conocer y reencontrarse con gente, merecen la pena.

¡Feliz fin de semana!