Desde hace un par de semanas estoy a tope con la operación bikini. El invierno ha sido un poco complicado y la verdad es que me he prestado poca atención así que ahora que estoy mejor he decidido poner remedio a tanto abandono y prepararme para cuando haya que enseñar piel y no tenga el refugio del abrigo.

Dieta

Fue lo primero que empecé. Desde el pasado verano tenía algún kilo de más, que básicamente me impedía meterme en mi ropa y teniendo en cuenta la cantidad de ropa que tengo, me salía más a cuenta adelgazar que comprarme ropa nueva. Como no puedo ni quiero quitarme ningún grupo de alimentos, he decidido retomar la dieta de la diabetes gestacional que tan bien me fue. No tengo ningún tipo de ansiedad y como bastante bien. Además, al introducir más verduras y pescado, físicamente estoy más fuerte. Y encima estoy perdiendo peso, despacio pero no sin estrés.  Como ayuda extra, he retomado el estuche de vapor de Lekue, que junto con un libro de recetas que también he adquirido, me están salvando las cenas, que es lo que más pereza me da. En Instagram voy a ir subiendo fotos de lo que como para dar ideas.

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Piel

Para preparar la piel para la operación bikini estoy usando el tratamiento Clé végétale minceur de Yves Rocher. Por un lado está el tratamiento exfoliante, que aplico cuando me ducho, un par de veces por semana y que además de exfoliar, preparar la piel para absorber mejor el tratamiento posterior, que es  el serum reductor, que se aplica un par de veces al día y que reduce la piel de naranja y facilita el drenaje.

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Piernas y pies

¿Qué sería de la operación bikini sin tener en cuenta la parte inferior de nuestro cuerpo? No hay nada peor que el calor que llega de repente y hay que ponerse vestidos, faldas y sandalias sin haber cuidado antes esa parte del cuerpo. El pasado verano descubrí un producto maravilloso que con una sola aplicación ya cambia el aspecto escamado de las piernas, después de llevar tapadas todo el invierno. Se trata de Gommage Divin de Caudalie, que se aplica bajo el agua de la ducha y que además de oler deliciosamente, deja las piernas fantásticas.

Para los pies, además de una buena pedicura, aunque sea casera, ya me he pintado las uñas, porque para mí, una uña sin esmalte está como desnuda. Como aún los llevo tapados, he optado por un color discreto, como el color Rose Milk de Kure Bazaar que he comprado en Laconicum y que además, es ecológico.

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Ejercicio

Este es mi talón de Aquiles. El año pasado fui más disciplinada y comencé a andar-correr a estas alturas de la primavera pero este año estoy un poco perezosa. Pero como es esencial para la operación bikini, después de Semana Santa retomo. Prometido.

En el siguiente post os hablaré de los tratamientos capilares y faciales que estoy usando.