Sopa fácil de tomate

En estos días de tanto frío y lluvia, apetece comer algo caliente que entone el cuerpo.

Yo soy muy de sopas y cremas, especialmente por la noche. Una sopa es una buena opción y tomar algo caliente es saciante, así que evita comer más de la cuenta.

Esta sopa es la versión simple de una que comimos hace unos años en Suiza y que nos encantó. Se puede hacer en poco tiempo y resulta deliciosa.

Ingredientes

• Lata de 400 ml de tomate triturado (el tamaño es orientativo, depende de lo que encuentres en el supermercado)
• Cebolla
• Caldo de verduras (si tienes)
• Agua y una pastilla de caldo de verduras (si no tienes el caldo)
• Aceite
• Sal
• Azúcar
• Parmesano

Preparación

En una cazuela con una base de aceite, echamos un cuarto de una cebolla picada finamente. No es necesario hacer trozos minúsculos, porque luego pasaremos el resultado por la batidora. Dejamos que la cebolla se vaya haciendo hasta que esté levemente dorada. Bajamos el fuego y añadimos el tomate de la lata. Lo de bajar el fuego es porque el tomate es muy saltón y si el fuego está alto, puedes terminar con todos los muebles de la cocina llenos de tomate. Añadimos una punta de una cucharada de sal y otro tanto de azúcar (el azúcar sirve para matar la acidez del tomate. Si no lo echas, tendrá un sabor acido y perderá parte de su gracia). Dejamos que el tomate se rehogue con la cazuela tapada.

Mientras preparamos el caldo. Si lo tenemos natural, esperamos a que el tomate esté hecho (unos diez minutos), si no tenemos caldo, calentamos la misma cantidad del tomate pero en agua y cuando pasen los diez minutos, lo echamos en la cazuela y echamos la pastilla de caldo.

Dejamos que todos los ingredientes se hagan otros diez minutos. La retiramos del fuego y la batimos bien para que no quede ningún trozo de cebolla visible.

Cuando la sopa esté terminada, la echamos en un plato hondo y rallamos un poco de parmesano sobre ella para que dé más sabor.

Como véis, no puede ser más sencilla y más resultona.

¡Buen provecho!