Desde que la vi el día anterior al desfile en backstage, confieso que tuve un flechazo con esta colección.

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Es difícil resistirse al encanto innato de Ana Locking, a su emoción al contarte en primera persona la inspiración para crear sus diseños. Además, el hecho de que cada una de sus prendas esconda una historia detrás lo hace mucho más interesante.

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La colección, llamada Time Capsule, recoge la idea de la costumbre (especialmente en Estados Unidos) de guardar algunos objetos destacados por algo en particular en una caja, y enterrar esa caja para que generaciones posteriores puedan rescatarla años después. Y en la colección hay dos realidades: la de tomar su esencia de tiempos pasados y el hecho de que sea tremendamente actual.

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No hay una sola prenda que no tenga una referencia en épocas anteriores, desde el esmoquin reconvertido en vestido, hasta las chaquetas masculinas que asemejan ser chalecos sin serlo en realidad, pasando por estampados basados en el art decó, los abrigos cocoon o faldas “de flecos” realizadas con tejido tecnológico.

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También me declaro admiradora de sus complementos: bolsos que asemejan cajas de regalo, bombines, detalles como los cinturones de metal para mujer o los claveles realizados en látex para hombre… Y lo mejor: esos mocasines femeninos reinventados, con borlas en el talón y materiales nada comunes.

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Por todo ello, por presentar una colección compacta, ingeniosa pero también con vocación de venta, por cuidar tanto las prendas masculinas como las femeninas, se merece mi aplauso.

Bravo, Ana, enhorabuena.

*Fotos tomadas por mí