Si existe un diseñador por el que merece la pena madrugar, ése es sin duda, Juanjo Oliva. Da en el clavo en cuanto a mis gustos personales y lo que a mí me apetece ver en la pasarela, con el punto exacto entre lo comercial y lo innovador.
A destacar sus tejidos tecnológicos, perfecta elección de los complementos (qué decir de los cinturones… y de los zapatos… de los que dejan boquiabierta), sus característicos minivestidos de vuelo y el tratamiento de ciertas partes del tejido como si fueran origami. Juanjo tiene su sello y sin embargo cada colección es única.
Si mañana me dicen que tengo que volver a madrugar para ver su desfile otra vez, lo haría sin duda.
Mi cámara se negó a sacar fotografías decentes y como este desfile lo merece, he tomado algunas de la web de Vogue:
Sin duda, el mejor desfile del sábado para mi gusto!
Besos!
Viaje al atardecer
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