Como ya dije el otro día en twitter, este año estamos de suerte: el zapato de moda se fabrica en España, es cómodo sencillo y barato. Si todos los años las alpargatas han resistido los envites de otros diseños siguiendo presentes en las zapaterías, este año tienen su hueco en un lugar de honor, gracias, en parte al diseño de Chanel del que todas las famosas o bloggers han presumido desde hace unos meses.

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Pero si por algo me gustan estas zapatillas (no sé si llamarle zapato es demasiado, aunque lo prefiero a otros nombres más sonoros que andan por ahí) es por su diseño simple, artesanal y que combina con absolutamente todo. Adoro su suela de esparto, sus costuras de cuerda, su puntera rematada con hilo, sus miles de colores… y su precio. No hay nada más bonito que poder ir a una zapatería, de esas de toda la vida, de esas que cada vez escasean más, y poder llevarte varias zapatillas en una sola compra y sin remordimientos.

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Y encima podemos hacer patria, porque es un calzado que se asocia a nuestro país, aunque lleguen por ahí otros a intentar quitárnoslo.

Y ya el remate del tomate es que es unisex y personalmente creo que favorece a ambos sexos, ya que es de lo más versátil.

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¿Quién puede resistirse a una moda que nos lo pone tan fácil?

Yo ya tengo las mías y sé que van a caer alguna más.

 

fotos: aquí, aquí, aquí, aquí