Boda SATC

 

Descubrí Sexo en Nueva York  (o SATC por aquello del ahorro lingüístico) como se descubren las grandes cosas: por casualidad. Pusimos en casa el Canal Digital y en uno de sus canales, en concreto en Cosmopolitan, emitían una serie a la que me enganché de inmediato. Era distinta, mordaz, divertida, insolente, y presentaba a las mujeres de un modo que nunca había visto antes: como absolutas protagonistas de la trama pero sin caer en sentimentalismos baratos. Me encantó. Todo esto fue mucho antes del furor que desató con el tiempo, porque cuando yo la ví, aun nadie hablaba de ella, al menos en España.

Lo que vino después ya es historia antigua y no voy a descubrir nada que ya no se haya dicho un millón de veces. Lo de la relación de la serie con la moda fue bastante posterior, al menos de modo tan exagerado como lo fue en las últimas temporadas. En un primer momento, la moda era un elemento más.

Cuando, después de tantos años de acompañar a este grupo de amigas a través de todas sus aventuras, la serie se despidió, quedé falta de una serie que me cubriera esa cota de superficialidad divertida. Aún no he encontrado otra serie así, pero aparecerá como apareció SATC, por casualidad.

Obviamente, teniendo en cuenta estos antecedentes, esperaba ansiosa el estreno de la película. Encontrarme nuevamente con ellas, era como recuperar a unas viejas amigas. Y no, la película no me ha decepcionado en absoluto, es más, me ha encantado. Sí, ya sé que la trama es una llamada al sentimentalismo facilón (no desvelo nada, porque eso ya se ha comentado muchas veces) y no llego a entender porque asimilan madurez a sufrimiento, pero en cualquier caso, hay muchos momentos que me hicieron reir y recordar porqué me encantaba la serie.

En cuanto a la moda, pues saturación absoluta. Ocurre como en esa famosa frase de “O veo la película o leo los subtitulos”. En mi caso, o veía todos los estilismos, o prestaba atención absoluta a los diálogos. En un esfuerzo sobrehumano presté atención a ambas cosas, aunque salí del cine con la sensación de que tendrían que habilitar pases dobles para prestar atención a una cosa o a la otra en cada uno de los pases.

Eso sí, lo que hice nada más llegar a casa es conectarme a amazon y pedir el libro en el que aparecen todos los estilismos desglosados y con el nombre de cada uno de los diseñadores. Y estoy deseando que llegue ya. Al menos calmará mis ganas de más, hasta que tenga la película en DVD y la pueda ver tranquilamente en mi casa otras mil veces.

Lo mejor de la película: la ropa, el vestidor de Carrie, los Manolos, la sesión de Vogue.

Lo peor de la película: Se echa de menos más trama para Charlotte, un poco más de humor.

Preguntas sin respuesta: ¿Dónde guardan toda esa ropa? ¿Dónde está el collar con el nombre de Carrie? ¿Por qué el guión parece sospechosamente basado en Mujeres de Manhatan de la misma autora de SATC? ¿Cuánto habrá pagado Chanel porque aparezca toda su colección de bolsos?

¿Habrá segunda parte, será cierto lo de la trilogía? Al menos yo, espero que así sea.