Soy de las personas que las rebajas se las toman como si fuera un trabajo.
Me hago mi lista, miro en qué tiendas encontraré cada prenda, pienso fríamente qué necesito, me fijo un presupuesto… vamos, que soy una compradora de rebajas de manual. Además, soy de las que divido en dos mis compras: voy los primeros días a por las cosas que verdaderamente quiero y hago una segunda ronda en el llamado Remate Final en busca de chollos locos.
Este año, con mi autoprohibición de ir de compras durante el otoño, la lista la he ido haciendo con más tiempo y he ido deseando cosas a lo largo de toda la temporada.
Pensé que sería débil y me dejaría llevar por la vorágine de comprar a lo loco, en plan efecto rebote a tanta contención, pero me he sorprendido a mi misma y en mi primera ronda he comprado justo lo que quería comprar. Y la sorpresa ha sido mayor porque, por regla general, casi todo han sido prendas para vestir en el día a día, nada de prendas de mucho vestir ni de fiesta, que dada mi extensa vida social (aquí estoy siendo irónica, muy irónica) se morirían de risa o de pena en el armario.
Quizás mis básicos no sean los básicos, pero espero sacarlos mucho partido en los próximos meses:
1. Pitillos y leggins con un toque: me encantaría ir de divina con vestidos y faldas a todas horas, pero un niño de meses al que tienes que coger, agacharte y correr tras él lo hace complicado. Ya que tengo que ir cómoda, al menos que estas prendas sean algo diferentes y el toque puede ser en la forma o en el color:
Por ejemplo, estos pitillos de Mango, que resultan muy cómodos pero al tener los cortes y los bolsillos horizontales son ligeramente distintos al clásico leggin.
2. Blusas largas. Si llevo pitillos y leggins, necesito que la parte de arriba sea más ancha y larga, para tapar las partes menos afortunadas de mi anatomía y, como diría mi madrina, para no parecer un cacahuete. Además, necesito libertad de movimientos para no ir incómoda y apretá. Así que he buscado blusas anchas y largas, pero al igual que los pantalones, que tuvieran alguna cosa que las hiciera interesantes:
Esta blusa de Zara es más larga por detrás que por delante, y tiene unos botones traseros que la hacen muy interesante. Además, el color combina muy bien con casi todos los demás colores.
3. Jerseys y chaquetas de punto. La prenda estrella de la madre invernal. Yo los buscaba neutros y holgados, así que he optado por los colores básicos: gris, negro y navy. Para estas prendas no hay otra tienda como H&M, sus cortes sientan bien y su precio es inigualable.
Y básicamente estas han sido mis rebajas. Tengo pendientes unos mocasines negros (que no he conseguido encontrar ni en tienda ni online y que me temo que tengan que ser de Nueva Temporada) y algo de ropa interior.
Ahora sólo faltan el Remate Final, ¡la locura!
madre mía qué organizada!! yo soy totalmente al revés…en plan, a ver qué encuentro y cosas que ni me había fijado en temporada de repente las veo muy rebajadas y pienso: cómo no me las voy a cmprar??!jaja vamos, un desastre!
no he cmprado nada aún! que la primera semaan no me gusta, me espero a la segunda! 🙂
besis^^
Olé por ti! esto si es comprar con coco, creo que esto de la O.A. nos está cambiando la forma de ver el momento “enfrentarse a las compras”.
Yo también he terminado la ronda de compras, no descarto los chollos locos pero viendo lo que queda dudo que los consiga.
😉
Felicidades! Espero poderme ceñir yo también a mi lista creada durante todo el otoño.
Besos
Eso es autocontrol!! yo compraba muchas veces “por comprar”.
No me dolía chamuscar la visa porque eran chollos hiper-rebajados, eso si, a veces imposibles de combinar….De ahí mi fondo de armario, con varias prendas sin estrenar aún con etiquetas colgadas y yo pensando tiempo después ¿Cómo me he podido comprar ésto sin que nadie me haya puesto una pistola? Éste año he decidido sopesar las compras, principalmente porque a mi armario le queda poco fondo….. Felices Rebajas Chicas!!.
Hija mía, que organización, me ha encantado!!!
Yo soy un poco caótica en esto de las rebajas, por un lado me hago una lista con básicos que necesito y por otro, me voy a la aventura a ver que chollo pillo, aunque tengo que reconocer que incluso cuando voy a la aventura, compro con cabeza… bueno, menos con los zapatos, ahí si que no soy capaz de razonar y claro, así termino, con el zapatero lleno de taconazos preciosos pero poco prácticos para bajar al parque con los niños… 😉
Besos guapa!!!