Hace unas  semanas estuve en Lush. Hacía muchísimo que no estaba en ninguna de sus tiendas pero desde que leí el post de My Wellness Lab tuve la necesidad imperiosa de visitarlo y llevarme alguno de esos maravillosos jaboncitos. Además, mi querida Sarai también publicó su respectivo post sobre el tema ya no tuve más remedio que organizar una visitilla sabatina a Lush.

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Para aprovechar la visita, fuimos a la tienda que está en la calle Fuencarral, que para mí es una de las calles más fantásticas del mundo para ir de tiendas.

Fui con mi niña y reconozco que ambas pasamos un rato divertidísimo entre los jabones y demás productos que allí hay. Como digo hacía mil años que no iba pero lo primero que me sigue conquistando de esa tienda es el olor. Me encanta su mezcla de olores y cómo cuando compras, hasta la bolsa que te llevas huele genial durante días.

Como era una primera toma de contacto, solo compré dos jabones, el CARIÑO HE LAVADO A LOS NIÑOS, que con ese aspecto de queso gigante me llamó la atención desde que entré en la tienda, y el ROCK STAR, que fue el que eligió mi hija porque ese color rosa era demasiado como para resistirse.

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Además, me regalaron una muestra de su clásico KARMA.

 

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Mi experiencia con ellos ha sido muy buena. El olor tan genial que tienen se queda en la piel durante el resto del día, lo que me encanta y además, la piel queda muy suave. No los he usado a diario, sino puntualmente, por lo que sus beneficios me han pasado un poco desapercibidos, pero en general estoy muy contenta con la compra.

Tengo pendiente alguna que otra visita más, porque tengo curiosidad en probar algún producto suyo más, como por ejemplo, sus mascarillas frescas o sus aceites sólidos.

Ya os iré contando.

Y vosotros:

¿Qué opinión tenéis de esta marca?

¿Os gusta?

¿Habéis probado algún producto más además de los jabones?