Desde que, hace ya varios meses, tuve que quedarme encerrada en casa durante muchas semanas por el reposo al que me obligó el embarazo, comenzó a invadirme un runrun que a día de hoy, sobre todo en estos días en que el tiempo obliga a no pisar la calle, aún no he conseguido controlar.

Quiero cambiar mi casa.

Entera.

No cambiarme de casa, sino cambiar la casa en la que vivo. Desde el color de las paredes hasta cortinas, el baño, los suelos, las puertas. ¡Todo!

Así que, he ido añadiendo al número de revistas sobre moda que compro cada mes, alguna revista de decoración para buscar inspiración y anotar algunas ideas a las que ya mi mente acelerada tenía.

Aunque el gran culpable de intentar llevarlo a cabo es este:

 

adorables-hogares-libro__0103758_PE250179_S4

Me juré y me perjuré que no quería una decoración Ikea, pero reconozco que esa marca es para mí como una tentación irrefrenable. Así que, un día que fuimos allí a mirar cosas para el bebé, cogí este libro y ha sido como una inspiración continua (lo sé, hay gente que se inspira con las antigüedades del siglo XVI pero yo soy mucho más básica).

Y como el lugar en el que paso más tiempo es el estudio, y no me gustaba nada cómo lo tenía, hemos decidido empezar por allí.

Este fin de semana hemos pintado la habitación totalmente de blanco, queremos añadir un papel pintado en una de las paredes, hemos comprado los muebles y la mesa.

Y como lo de actualizar estos días, sin lugar cómodo donde hacerlo y sin apenas tiempo ha estado difícil, quería, al menos dar una explicación.

Os daré más detalles cuando  la habitación esté terminada, pero creo que en los próximos meses este blog va a mutar un poco de blog de moda a blog de decoración de una novata.

Seguiré hablando de lo de siempre, por supuesto, pero voy a añadir algún post algo distinto.

Espero que os guste.