El otro día estuve de limpieza. Y coloqué al fin ese cajón horrible en el que voy dejando todo lo que no tiene un lugar suyo, y que va cayendo allí. Ese cajón desastre en el que lo mismo puedes encontrar un pegamento, que una carta o un bolígrafo.

Ya he comentado alguna vez que mi madre es muy poco de guardar y creo que es algo hereditario, aunque en mi caso soy un poco más nostálgica que ella y le tomo cariño a objetos de los que no me quiero desprender. Por eso, siempre que tiene algo que verdaderamente llama mi atención, se lo “secuestro” y lo salvo de la quema.

Y hace años le secuestré unas gafas que, sinceramente, pasado el tiempo ni yo recordaba, pero que siempre me gustaron.

Cual no ha sido mi sorpresa que, al aparecer en mi cajón desastre he podido ver lo modernas que son.

 

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No sé exactamente cuántos años tienen pero son de cuando mi madre era soltera y por tanto, deben ser de cuando estas gafas estuvieron de moda por primera vez.

Ahora sólo queda ponerles unos cristales de sol y tendré las gafas de la temporada por un precio de lo más económico.

¿Qué os parece mi hallazgo vintage?

¿Os gustan este tipo de gafas eye cat?

Yo estoy feliz porque a veces, es mejor rebuscar en un cajón que ir de compras.