Al llegar al desfile de María Barros nos encontramos con un precioso camino en dámero montado sobre la pasarela. y es que, su colección estaba inspirada en el mundo de las muñecas de porcelana francesas e inglesas de los años 30 y hubo muchísimas salidas que jugaron con el binomio blanco-negro, aunque también hubo sitio para rojos vibrantes.
Fue una colección muy femenina, con muchos tules, sedas, organzas pero también algodón.
Os dejo con algunas fotos que realicé en el desfile:
A mí fue uno de los que más me gustó, me pareció muy bonita y muy femenina!