Sí, ya lo sé, lo he vuelto a hacer. He vuelto a escribir perlas de viernes en jueves, pero, qué queréis, la semana ha sido muy raruna, he posteado de modo caótico, y qué mejor modo de terminar que con las perlas en un día que no les corresponde. Puestos a ser raros, pues raros hasta el final.

1. El bolso del amor

Como va de caos el día, pues me planto con un bolso de San Valentín a estas alturas del mes. Pero el amor es el amor, y nunca pasa de moda (anda, cómo lo he llevado a mi terreno, que sibilina) lo cuento hoy y me quedo tan ancha.

Nuestra querida J.Lo, se presentó el día de los enamorados con este bolsito:

 

cartera jlo

Me encanta la foto. Ella con la carterita así, cerquita del corazón y cerquita de esos pendientes tan sencillos. Él con cara de viborilla a punto de atacar… ¡ay, qué bonito es el amor!

El bolsito es un diseño de Judith Leiber y cuesta la nada despreciable cantidad de 2195 dólares, que es estupendo si tienes el dinero, pero, fuera de la fecha de San Valentín, ¿Cuánto más uso puedes darle? ¿Es útil para llevarlo a la playa con la crema bronceadora y la toalla? No. ¿es útil para llevar a clase con los apuntes? No ¿Es útil para lanzarlo a tu esposo cuando el amor se trasforma en odio? Sí. Un buen lanzamiento, un poco de puntería y le puedes arrear un corazonazo de los que hacen época. Además, después de lanzarlo, si el bolsito se estropea, siempre le puedes decir la frase “me has roto el corazón” que nunca antes una metáfora va a ser tan real…

Claro que, si quieres ser arisca, nada como el segundo bolso.

2. El bolso del odio

Si quieres un bolso de Aquí estoy yo sin duda, este es tu bolso. No sé hasta qué punto será cómodo tener un asa como ésa, pero impactante lo es un rato.

 

bolso del odio

 

Lo han creado en rich-in-craft, y como están tan seguros de su creación pues si entráis en su página, podréis ver las mil y una maneras de utilizar el bolsito y lo práctico que es. Como soy maléfica, yo me lo estoy imaginando en el Metro. ¡Qué útil resultaría!

 

Por último, una pequeña visita a la Parada de los Monstruos, que últimamente la tenía un poco olvidada. Vaya por delante que soy una tía muy permisiva y que respeto los gustos de todo el mundo (¿quién soy yo para juzgar a nadie si suelo ser un desastre?), pero es que hay cosas por las que no paso.

Los que me conocéis de tiempo, sabéis que el tema ojos es un tema delicado en mi caso, así que suelo cuidarlos mucho y procuro tenerlos protegidos. Así que, hay cosas que se utilizan en los ojos que escapan a mi comprensión. En este caso, el look de Rihanna y el de Beyoncé, son dos claros ejemplos de lo que no puedo utilizar para mí misma:

 

rihanna_beyonce_wackeyewear

 

El primero me recuerda a la época del cole. Me explico, que así no habrá quedado nada claro. ¿No teníais en vuestra clase algún niño que tenía que llevar el ojo tapado porque lo tenía vago? Yo sí, y seguro que la niña a la que le ocurría hubiera sido feliz si hubiera tenido ese parche con brillantitos en vez el de color carne que ella tenía que llevar. El segundo directamente me enerva. Sería físicamente incapaz de llevar esa cortinilla en los ojos. Me pongo nerviosa sólo de pensarlo.

¿En serio alguien puede ir tranquilo con esas cosas en los ojos? Será que soy muy poco moderna…

 

¡Feliz fin de semana (aunque sea con adelanto)!

Via: The bag Lady