Antes que nada, lo primero es lo primero: mil gracias a todos los que os molestásteis en escribir un comentarios de ánimo la pasada semana. Aunque no podía responderlos, los he leído todos y no sabéis el bien que me han hecho. Sois lo mejor. Prometo ponerme al día con todos los blogs que tengo pendientes, creo que ha sido lo que peor he llevado en estos días, no poder leer nada en el ordenador. 

El sábado estuve de compras. Por fin dejé atrás los dolores de cabeza que me han tenido literalmente K.O. durante la semana así que me merecía un homenaje.

Entre la lista de cosas que tenía pendientes estaba comprar un cuadernillo o libreta que no fuera demasiado grande y de la que no terminara harta si tenía que llevarlo en el bolso. Para principios del próximo año, hemos planeado un fin de semana en Londres y quería algún tipo de libreta en el que, desde ahora hasta entonces, pueda ir anotando todos los lugares interesantes que la gente me comente y procurar no perderme nada, en la medida de lo posible y del tiempo escaso que tenemos. Como mucha de la gente que conozco ha ido ya a Londres y también leo las visitas que muchos blogueros ya han hecho, cada cual te va diciendo lugares distintos, y como mi memoria es bastante limitadilla, pues quería poder apuntarlo y llevármelo conmigo para el viaje. Sí, sé que aún queda una eternidad, pero soy de las que planifico los viajes al milímetro. Creo que en otra vida me debería plantear ser organizadora de viajes, porque  disfruto la planificación casi tanto como el viaje en sí.

El caso es que entre mis opciones preferidas estaba el hacerme con un pequeño moleskine. Los que utilizo para mi día a día son mucho más grandes y, además de la incomodidad de arrastraslos de un lado a otro, veía innecesario tener algo tan grande para el poco tiempo que tenemos en realidad. Supongo que a estas alturas del cuento todo el mundo sabe lo que son los moleskine. Por si alguien no los conoce, se trata de unas libretitas que tienen dos peculiaridades que las hacen únicas (aunque ahora haya copias por doquier):

-Tienen una goma que sujeta todo lo que puedas llevar “suelto”. Soy muy dada a guardar de todo en mis libretas así que la goma es algo muy útil para trasportarlo de un lugar  otro.

-Tiene un bolsillo interior para guardar hojas, papelitos y cosillas pequeñas.

Las moleskine tienen su propia historia, que no voy a desvelar por si alguien aún no la conoce, ya que es agradable leerla por primera vez en la separata que incluyen la propia libreta. Tan sólo diré que muchos personajes importantes la han utilizado, como Hemingway o Picasso y que existen diferentes modelos para diferentes necesidades.

Así pues, entramos en una Casa del Libro, que además de libros de lo más peregrino tiene una buena selección de moleskine. En un principio, mi idea era coger una que ya había visto, que era muy pequeñita y bastante económica, pero al volverla a ver inclumplía uno de los requisitos básicos: no tenía gomita.

Seguí buscando por ahí pero eran demasiado grandes….

Ya me veía siendo infiel y cogiendo una imitación, cuando de repente, ¡oh sorpresa! en una estantería que no había visto, encontré, no sólo lo que yo buscaba, sino algo aún mejor:

 

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¡Habían hecho una moleskine de Londres! Tiene de todo: Callejero, plano del metro, páginas lisas, páginas con pestañas para ir ordenando los datos, ¡hasta post-it tiene!

Vamos, que parecía que me habían leído el pensamiento cuando la inventaron. Es tan genial, que vale cada céntimo que cuesta.  La tengo aquí a mi lado y soy más feliz que un regaliz.

Ahora sólo falta llenarla toda todita de las cosas chulas de Londres. Así pues, pido ayuda a todo el que lo conozca para apuntarlo en mi superagenda. Acepto sugerencias….

¡Feliz semana!