Como la inmensa mayoría de las mujeres, soy una enamorada de los zapatos y también soy una enamorada de Roger Vivier, especialmente de sus famosísimas bailarinas con la hebilla, copiadas por toda tienda low cost que se precie con más o menos acierto dependiendo de la que sea (especialmente me gustaron unas que ví al principio de temporada en Cortefiel, aunque al final no me animé a llevármela a casa y no sé si seguirán por ahí).
El caso es que estos zapatos han acelerado este corazón de ratita enloquecida aunque sólo sea para contemplarlos (el presupuesto no dá para más). Se llaman Rose n´Roll y son de la actual temporada. Me encanta la rosa de la parte delantera, pero lo que me ha parecido más curioso es que el tacón imite el tallo de la rosa, con espina incluida. El tacón es todo un reto (13 centímetros de nada) aunque tiene una pequeña plataforma para hacerlo más llevadero.
Particularmente no me los compraría, no sólo por 1100 euritos que cuestan, sino porque los pobres pasarían más tiempo en el armario que en mis pies, porque yo no soy Naomi Campbell, que ya los ha paseado por las alfombras rojas de medio planeta, y 13 centímetros son demasiados para mí, aunque dos sean de plataforma. Soy más de bailarinas, qué le vamos a hacer, es mi desgracia.
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