Había varios desfiles que tenía muchísimas ganas de ver, y uno de ellos era éste. Me encanta el trabajo que está haciendo Nicolás Vaudelet para la marca El Caballo y además de sus complementos (estoy perdidamente enamorada de algunos de sus bolsos), también me encantaban todas las prendas de vestir. Otro tanto a su favor fue el hecho de que su equipo fuera twitteando todo lo que ocurría alrededor del desfile desde varios días antes y además, se tomaran la molestia de responder a cada comentario que les llegaba (cómo se agradece esta interacción, de verdad).
El espectáculo comenzó antes de que lo hiciera el desfile, cuando fueron saliendo todos los miembros de la Orquesta Sinfónica Arte Novum y se situaron en el centro de la pasarela con sus instrumentos. La pieza que interpretaron durante el desfile era una creación original de quince minutos compuesta para la ocasión.
La colección está inspirada en la nevada que cayó en Sevilla en 1954 y que trasformó la ciudad, dado que es algo que no suele suceder allí.
De este modo, vimos piezas de snowboard, pantalones de alpinismo y prendas técnicas para afrontar el frío. Todo ello, aderezado con botas de polo, gorros de montar. Mucho cuero, con aplicaciones metálicas, monos, bolsos hinchados y maletines.
Y es que era todo tan creativo y tan bien coordinado que da como resultado uno de los mejores desfiles a los que he asistido en mi vida. Y no fui la única: al terminar el desfile, hubo aplausos y gente de pie. ¡Qué maravilla!
Pongo algunas fotos que realicé en el desfile, pero recomiendo ver el vídeo completo. Será tiempo bien invertido.
¡Y encima me pone una novia al final del desfile, con lo que a mí me gustan los desfiles con novia como colofón!
Me gustó muchísimo! aunque lo vi en video, pero bueno… me gusta, me gusta…
Besos!
No coincido contigo en eso de la novia, lo veo un poco chof, eso sí, menudo vestido, precioso!