Cuando se me empecina algo soy muy cabezona y no paro hasta que lo consigo.

Con la ropa me ocurre algo similar y cuando me obsesiono con una determinada prenda no veo más allá. Lo peor es que no siempre la tienda en la que venden la prenda en cuestión está a la vuelta de la esquina y a veces resulta complicado hacer realidad el capricho.

El pasado sábado recibí una newsletter (hoy en día todos tenemos sobredosis de información y podemos recibir miles al día) que disparó mi chip obsesivo. Se trataba de Comptoir des Cotonniers, que de por sí es una tienda que me gusta muchísimo. 

Me  informaban sobre la colaboración de la marca francesa con la marca japonesa Uniqlo que ha dado como resultado este plumífero, que tiene el encantador nombre de Mademoiselle Plume:

 

Comptoir uniqlo 1

 

 

Da la casualidad de que justamente estaba buscando una chaqueta abrigada que poder usar a diario y que fuera algo distinto a lo que se ve normalmente. Fue verla y enamorarme. Pero es que encima la publicidad me parecía la pera limonera: una chaqueta ligera, que no ocupa nada, que es reversible (por el otro lado es negra) y que trae hasta funda para guardarla. Se puede usar bien tal cual o bien debajo de un abrigo de paño. ¿Cómo no enamorarse?

Pero como no todo podía ser sencillo, resulta que el modelo que me gusta es una edición limitada, que está viniendo con cuentagotas a España y que online está agotadísima.

Y ahí se activó la “operación mademoiselle plume”. Llamar a las tiendas, decirme que no la recibirán hasta el día 20, que no tienen seguro que vengan todas las tallas y que la única tienda segura es la de la calle Ayala, en Madrid. 

Así que he llamado a la tienda y he hecho la reserva. 

Me siento como si estuviera encargando un Birkin. 

Ahora solo queda esperar a que la reciban y que me llamen. Menos mal que aún no hace frío porque si no la espera sería infernal.

En cuanto la tenga en mi poder os la enseño.

Foto: Comptoir des cotonniers