Es curioso que, en los últimos meses, he ido encadenando la visión de series de temática dramática (que suele ser mi género favorito) especialmente duras de ver. 13 Reasons why y Big Little Lies coincidieron prácticamente en el tiempo y ahora han sido The Handmaid´s Tale The Leftovers las que me han dejado tocada y hundida.

Todas tienen en común el poso de tristeza que se te queda al verlas y lo duros que resultan en ocasiones muchos de sus episodios. Pero cada una de ellas te hace pensar más allá de la historia, empatizar con los personajes, y plantearte cómo sería tu reacción si tuvieras que vivir las circunstancias por las que ellos pasan. También tienen en común personajes femeninos fuertes ante la adversidad, que es algo que parece que, por suerte, cada vez más se puede ver en la ficción.

Pero en cualquier caso, creo que sería necesario que todos los que vemos series con asiduidad viéramos estas series.

13 reasons why es una serie que todos los padres deberían ver. Y quizás también los educadores. Aunque hay partes de ella con las que no comulgo (esa sensación de “todo le pasa a la protagonista” que le resta credibilidad) sí es cierto que el tema del suicidio sigue siendo uno de los grandes tabúes de nuestra época que aún queda vigente. No creo que los adolescentes deban verla, esa sensación de suicidio como venganza puede que de un mensaje erróneo, por no hablar de la crudeza de algunas imágenes, que hasta son duras para los adultos. Pero me hizo pensar hasta qué punto los adolescentes y más allá, aquellos con los que tenemos trato cada día, pueden convertirse en unos desconocidos que gritan ayuda pero que no somos capaces de escuchar.

Big Little Lies me sorprendió. Vi el primer episodio y creí que sería otra serie de tipo Shonda Rhimes (he jurado que jamás me volveré a enganchar a una serie de esta señora en mi vida), pero no podía estar más equivocada. Más allá de lo enriquecedora y esclarecedora que resulta (el título de la telenovela Los Ricos también lloran no puede ser más acertada en este caso) lo que me fascinó es la relación de las mujeres. Esa confidencialidad que a veces alcanzamos y que tan difícil de comprender resulta a los hombres. Aprendes a querer a todas esas mujeres aparentemente superficiales pero increíblemente fuertes y solo deseas que todo les salga bien.

The Handmaid´s Tale es la más devastadora de todas estas series, más aún, posiblemente sea la serie más dura que haya visto en mi vida. Una distopía cruel pero que, sin embargo, sentimos terriblemente cerca. Llegas al convencimiento de que eso que ocurre en la serie, podría ocurrir y no nos daríamos ni cuenta de cómo hemos llegado a esa situación. Podría estar horas hablando de cómo me ha hecho pensar esta serie, y de cuantas noches en vela me he tirado analizándola. Pero solo diré que hay que verla. Las mujeres debemos verla y los hombres también deberían hacerlo.

La última que he visto ha sido The Leftovers. El planteamiento fantástico de la serie (un día en el que el dos por ciento de la sociedad se evapora, desaparece) es la justificación para ver la reacción de los diferentes personajes que han quedado, las sobras de la partida. Intentan ser felices pero el poso de la pena se lo hace bastante difícil. Aun así, la serie es simplemente maravillosa. Ha tenido tres temporadas y un final a la altura de todo lo que hemos disfrutado/sufrido viéndola.

Sé que ninguna de estas series cumplen el propósito de serie ligerita para ver en las cálidas noches de verano, pero os aseguro que no os vais a arrepentir si os animáis con ellas.