Lo sé, lo sé. Sé que no sirve de nada hacer un blog tan bonito y tan todo si no se actualiza absolutamente nada durante tanto tiempo.
No os voy a venir con la frase tan manida de “los blogs han muerto”. Tampoco voy a utilizar la otra de “es que no tengo tiempo”, que es cierta pero no del todo.
Lo que sí es cierto es que sólo tenía la cabeza para otras cosas y que el blog estaba el pobre el último de la lista de las cosas pendientes. En muchas ocasiones he pensado en abrir el editor y escribir algo, lo que fuera, pero al final no me salía nada. Las musas de la inspiración estaban en otro lugar.
Los que me seguís en redes sociales sabréis en lo que he estado ocupada, pero aún no quiero hablar demasiado sobre ese tema porque le quiero dedicar una entrada solo a eso (o muchas, que voy a ser muy pesada los próximos meses).
Pero yo es que el blog no lo puedo dejar del todo. Es como un hijo al que he dedicado demasiadas horas y, aunque ahora hay otros modos más rápidos y dinámicos de hablar de mis cosas, no quiero dejarlo del todo.
El caso es que vuelvo, que el blog va a cambiar algo, aunque seguirá siendo yo, porque no sé de otro modo en el que actualizar, pero que, con todo lo que me está pasando ahora mismo, es imposible que aquí no se vea reflejado.
¿Y qué me ha pasado en este tiempo? Pues entre otras cosas, estas:
- He encontrado la base de maquillaje ideal. De eso os hablaré en el siguiente post.
- También he encontrado el perfume ideal. De esto tiene todo el mérito mi hada de los perfumes y nunca le estaré lo suficientemente agradecida. También os hablaré de él en el siguiente post.
- Me he dado cuenta de que el tiempo, bien gestionado, da mucho más de sí de lo que creía. Aunque no sea un buen ejemplo precisamente el blog…
- Apenas compro ropa. Me he quitado, me he desenganchado… no sé cómo llamarlo pero me sorprende no estar pensando en ropa constantemente ni en qué le falta a mi armario. De hecho sólo compro ropa para renovar la que tengo. Apenas sí me he dado dos caprichos desde que empezó el otoño.
- Eso sí, sigo buscando el bolso perfecto, de eso no hay señales por el momento.
- También sé que levantarte con la perspectiva de hacer algo que te encanta es lo mejor que existe en el mundo.
- He estado muy nerviosa y con mucha ansiedad. Y mis caderas han pagado el precio en forma de kilos de más. Pero ya empiezo la dieta. O al menos a comer más sano y algo menos.
- He asistido a la boda del siglo, pero eso mejor que os lo cuente la protagonista.
- He probado los apartamentos de alquiler cuquis. Y nos ha gustado tanto la experiencia que nos ha abierto un mundo de posibilidades para viajar en familia.
- Hemos probado la comida de las food trucks. Y nos encantó.
Como veis, no he estado de brazos cruzados.
Pero sí, vuelve el blog. Ahora solo espero que vosotros estéis en el otro lado.
hace que no compro ropa ni lo se, por aqui te vere que ya me ha picado la curiosidad con esos temas
Claro qeu sí aquí estamos siempre 🙂 Yo también tento el mío un poco relajado, pero lo mío es agotamiento físico, aunque poco a poco voy retomando.
Ropa? Nueva? Comprar?? Eso qué eeeeessss??? Ya ni tiempo para comprar Online. De hecho, voy en el tren y era comprar o leer tu entrada y he optado por lo segundo.A mí a este paso hasta rebajas no me vuelv en a ver las dependientas. Lo voy posponiendo y me va a ser mejor en rebajas que en otro momento.
La parte buena (para mí) es que a pesar de la distancia he participado en muchas de esas cosas. Y me siento muy feliz de haber compartido dos muy importantes contigo: la mía y la tuya. Ahora vamos a comer sano, nuestra salud lo agradecerá…