No me considero especialmente radical en cuanto a gustos seriéfilos. Salvo algún que otro género, suelo ver todo lo que me parece interesante. Tampoco soy de los que defiendo las series de un determinado país. Veo series americanas, sobre todo porque su producción es muchísimo mayor que en el resto de los países, pero también inglesas, españolas e incluso suecas. Sobre las españolas tengo mis reticencias en cuanto a ese género “batiburrillo” que impera en nuestras televisiones, entre comedia costumbrista, drama familiar y tensión sexual no resuelta. Sí, he visto algunas de estas series, incluso me he enganchado, pero hace mucho que no lo hago, por falta de tiempo y por pereza.

el ministerio del tiempo

Luego hay series como Isabel. Para mí es de lo mejor que se ha hecho en mucho tiempo, no sólo en este país, sino en general, sin envidiar en absoluto a otras producciones extranjeras del género histórico. Es tanta la pasión que me ha despertado la serie, que de modo autodidacta estoy estudiando esa parte de la historia y confieso que me tiene fascinada.

Así pues, cuando estrenaron El Ministerio del Tiempo, y vi que coincidían guionistas, equipo e incluso actores, con Isabel, supe que tenía que verla. En España no se suelen hacer series de género así que era una apuesta arriesgada, pero con ese equipo, casi tenía la seguridad de que sería una gran serie. Pero aún así, me ha sorprendido.

El Ministerio del Tiempo es una maravilla. Así, sin más. Es divertida, interesante, graciosa, con un argumento estupendo y además, es didáctica. Y esa parte didáctica, en vez de lastrar la historia, la hace aún más gratificante de ver. De hecho, creo que es una serie que perfectamente se puede ver en familia, porque todos podemos aprender.

Para los pocos que aún se estén perdiendo esta joya, les diré que, aunque el argumento parte de la ciencia ficción (un ministerio secreto, que sólo existe en España, y que, a través de unas puertas, permite a sus funcionarios viajar a ciertos momentos puntuales de la historia para “corregir errores” y permitir que la actualidad sea tal y como la conocemos) pero aunque no seas un enamorado de este género, no te la puedes perder. Porque es mucho más.

Además de un guión bien documentado e ingenioso, los actores son otro punto fuerte de la serie. Rodolfo Sancho es uno de mis actores favoritos y Aura Garrido también me gusta mucho, pero el gran descubrimiento por mi parte ha sido Nacho Fresneda, que simplemente está grandioso en su interpretación de Alonso de Entrerríos. Y qué decir de los secundarios, todos y cada uno de ellos están a la altura de esta gran serie.

Sinceramente os digo que con series así, una está orgullosa de la ficción de su país. Porque podemos hacer ciencia ficción y hacerla así de bien.

Ahora sólo nos queda esperar a que la presión de las redes sociales sea lo suficientemente fuerte para que, pese a la contraprogramación demencial que la serie está sufriendo, renueven por muchas más temporadas y que, por una vez, la calidad se premie.

Porque lo merece. Y mucho.