Siguiendo el consejo de Petite Cecile a través de twitter, como por el momento abordar dos blogs me parece una empresa imposible, voy a dejar un huequito en este para hablar de mi tema favorito: las series. Espero que estéis ahí acompañándome, y os guste esta nueva sección del blog.

Y como me gusta empezar fuerte, qué mejor que empezar con una serie que nos ha dado los mejores y los más soporíferos momentos de la televisión de los últimos años. The Walking Dead ha sido una carrera de fondo, empezando por los creadores de la serie (tremendas idas, venida y denuncias públicas por parte de muchos de los que han tenido relación con esta serie) y terminando con los pacientes espectadores que aguantamos, más por fe que por resultados, temporadas que fueron una tremenda pérdida de tiempo del inicio hasta el final. Pero siempre había un rayo de esperanza en forma de ataques zombies que nos hacían concebir la ilusión de que ESO era lo que la serie tenía que ser.

Las dos últimas temporadas de The Walking Dead han sido la gran recompensa que hemos tenido los que aguantamos, y el cebo para los que abandonaron y ahora han regresado (no hablo de los muertos, sino de los espectadores). No incluyo la temporada del Gobernador, porque, aunque hizo retomar toda la esencia del género, el personaje y todo lo que le rodeaba se me hizo tan odioso que, aunque le concedo que dio vida al argumento, casi me hace abandonar de pura impotencia.

the-walking-deadAhora The Walking Dead es lo que siempre debería haber sido: gore, llena de zombies, y con una tensión continua durante todo el episodio que hace que los cuarenta minutos sean los más cortos del día. Este inicio de temporada ha sido el mejor de los que yo recuerdo y, aunque la duda de que pueda mantenerse a un nivel tan alto es grande, estoy segura de que también disfrutaremos de esos episodios de transición, que, más allá del género, nos adentran en el drama de cada uno de los personajes.

Y no puedo por menos que agradecer a Fox por su rapidez en el estreno de los episodios. Eso es calidad de televisión, si señor.

Me quedo con una frase que resume todo lo que estamos viviendo en The Walking Dead y que tomo prestada del Leviatan: el hombre es un lobo para el hombre, que casa muy bien con la frase que más se está repitiendo en la temporada: o eres cazador, o eres ganado.