Esta es la historia de un amor, que nació, creció, y terminó en mi armario.

Como ya os conté cuando os hablaba de mi maravilloso plumas, lo mío con Comptoir des Cotonniers no es muy normal. No sé si será por su estilo chic francés con un toque casual que es el estilo que, si no tengo, me gustaría tener. O quizás por sus newsletters semanales, que son el demonio porque me tientan como nada en este mundo. No sé, pero el caso es que cada temporada me enamoro de sus prendas y siempre termino cayendo en la tentación. Además, no sólo caigo yo, sino que tiento a mis amigas, como Pili, así que creo que me deberían nombrar brand Ambassador o algo así.

Si por mi fuera, mi armario estaría lleno de sus prendas, pero como la economía es la que es y de momento esto es un poco complicado, sigo soñando y mirando sus lookbooks para intentar copiarlos con lo que sí que tengo en el armario.

Lo de este trench ha sido algo parecido. Recibí la newsletter (a estas alturas, seguro que estáis pensando que por salud mental debería darme de baja) y me enamoré perdidamente de uno de sus trenchs.

trench-comptoirdescotonniers-laratitapresumida

Como no era especialmente barato, intenté buscar algo similar en otras tiendas online pero no había nada ni parecido. Normalmente estas cosas me duran un par de días y luego se me pasan. La cabeza gana al corazón y pienso que realmente no lo necesito y tampoco me va a solucionar la vida.

Pero con este trench no se me iba la manía. La única ventaja que tengo respecto a esta marca es que no tengo ninguna tienda física cerca de mi casa así que me consolé pensando en que seguro que si me lo probaba me quedaría mal y me desencantaría.

Llegó el día de mi aniversario y mi marido me lo regaló. ¡No os podéis imaginar lo feliz que soy!

trench-comptoirdescotonniers-laratitapresumida-2

Así que ahora lo tengo en casa y cuando lo veo, sonrío. No puede ser más bonito y además le estoy encontrando muchísimas posibles combinaciones, lo que unido a que se trata de una prenda clásica que no pasa de moda, hace de él una gran prenda de fondo de armario que pienso amortizar muchísimo. Ya os enseñaré con qué pienso ponérmelo para que veáis el mucho partido que se le puede sacar a una prenda así.

¿No es maravilloso cuando los sueños se hacen realidad, aunque sean con las pequeñas cosas?