Manicura casera que dura

En primer lugar debo decir que quien debería escribir este post es Cristina Piña que fue la que me contó este truco, así que la menciono y le cedo todos los honores, que no quiero ser #copyrati.

Confieso mi frustración a la hora de hacerme la manicura. Como ya os conté allá por octubre, una de mis intenciones a la hora de afrontar el nuevo curso era tener las manos bien cuidadas y con una buena manicura. Lo intenté, pero era frustrante tener que andar retocando el esmalte cada día y haciéndome la manicura nueva cada tres días. No sé si será mi estilo de vida (niños y tareas del hogar son incompatibles con manos perfectas) o porque tengo poco cuidado, pero no conseguía que mis manos no parecieran descuidadas día sí, día también. Me diréis que puedo ir a hacerme una manicura permanente, pero sinceramente, me dan pena todos los esmaltes que tengo en casa y también soy un poco clásica y me apetece hacerme estas cosas yo misma.

En Cibeles estuve con Cristina y ella me contó que llevaba toda la semana sin hacerse la manicura, y lo sorprendente es que sus uñas estaban impecables. Yo supuse que se habría hecho la manicura permanente, o bien en su casa o bien en un salón de belleza. Pero me dijo que no. Había unido a su ritual de cuidado de las uñas un par de productos que habían mejorado la duración del esmalte muchísimo.

En primer lugar, y con las uñas limpias y sin esmaltes, se aplicaba un producto llamado Millionails. Lo dejaba secar, después aplicaba un par de capas de cualquier esmalte y por último, un top coat llamado No Chips Ahead. Se tomaba su tiempo entre producto y producto, sobre todo después de aplicar el último y el resultado era que podía olvidarse de sus uñas durante varios días porque estaban perfectas. Ambos productos son de Essie.

Como entenderéis, me faltó tiempo para buscar ambos productos. Fui a El Corte Inglés, pero el Millionails estaba agotado así que hice una búsqueda en google de los sitios cercanos a mi casa y llamé a Juteco. Una chica super amable (sé que la amabilidad no debería sorprender pero yo agradezco mucho que no me ignoren y se tomen en serio su trabajo) me dijo que ellos no lo tenían en ese momento pero que si estaba interesada, podía conseguírmelo para esa misma tarde. Entenderéis que me faltó tiempo para ir a por él y además, incluso me hice tarjeta de cliente. ¡Qué menos!

El viernes me hice la manicura y decidí apostarlo todo y aplicarme un color oscuro, en concreto, un rojo negro, que es mi color favorito y que apenas uso precisamente por lo pronto que se notan los defectos cuando salta el esmalte. Ahora mismo sigue así:

Os juro que estoy alucinada de cómo está aún y eso que por impaciencia no dejé secar el top coat tanto como debiera y alguna uña quedo un poco tocada.

No sé si por separado el resultado será bueno, pero juntos el resultado es el mejor.

Nota: este no es un post patrocinado, es sólo intercambio de información. Ya sabéis, compartir es amar.