Como la mayoría ya sabéis, para mi twitter es la red social por excelencia. Llevo mucho tiempo en ella y me ha dado muchas alegrías, desde amistades que empezaron por un follow y han seguido hasta la vida “real” hasta colaboraciones de lo más interesante. Es el medio perfecto, por su dinamismo, para mantenerte informado de todo al minuto y puedes reír y pasarlo bien sólo con echarle un vistazo.

Con los años, creo que he conseguido tener un TL (para los no iniciados, un time line, o sea, los tweets de todas las personas que sigo) casi perfecto. A la mayoría los sigo desde hace mucho y cada vez que leo alguno de sus tweets doy gracias de que se hayan cruzado en mi camino.

 

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Sin embargo, como todo el mundo, también sigo a gente que quizás, a veces, no se merecen un follow. En twitter, como red social que es, hay que saber mantener unas formas, una educación, y no todo el mundo lo comprende. Así que, sin ánimo de sentar cátedra, estos son algunos de los perfiles de los que prefiero huir:

  • El retuitero ególatra: en un inicio, el retweet se hacía para que tus seguidores fueran partícipes de un tweet que merecía la pena ser leído, cualquiera que fuera la causa. Pero se nos ha ido de las manos bastante. Todos queremos que nos quieran, y todos queremos que el mundo sepa que somos listos, divertidos o guapos. Pero, cuando tienes el dedito a punto de pulsar retweet, quizás deberías hacerte la pregunta del millón: ¿de verdad a mis followers les interesa esto o sólo lo hago porque me interesa a mí? Si la respuesta se aproxima más a la segunda opción, quizás debes plantearte que el cariño, mejor tenerlo en privado.
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  • El Paco Umbral: igual que el escritor se empeñó en que había venido a hablar de su libro, hay tuiteros que han venido a hablar de su artículo, de su post o de la foto tan chula que han hecho o les han hecho. No interaccionan con sus followers y no les interesa esta red social más que para hacer un poco de autobombo. Que quizás a otros les parezca muy interesante, pero no saben lo que se pierden. Además, en muchos casos, estos Pacos Umbral evitan tanto entrar en twitter que programan sus tweets, y siendo esta una red dinámica, corren en gran riesgo de que en un momento dado, alguna noticia tenga tanta repercusión que sea de lo único que se escriba en twitter, y por ejemplo, en un TL repleto de noticias sobre un accidente o una muerte inesperada aparezca su tweet “¿habéis visto lo bien que lo pasé en mi último viaje?” convirtiendo a esa persona es la más inoportuna del mundo.
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  • El persecutor perseguido: estos son un caso aparte. Te empiezan a seguir con la única intención de que tú los sigas a ellos. Siguen a las mismas personas que les siguen y demuestran que jamás dan una vuelta por su TL porque es imposible interactuar en twitter si sigues a veinte mil personas. Así pues, se cargan toda la gracia de twitter, que es entablar relaciones con las personas que son de tu interés. El “si tu me sigues, yo te sigo” es tan triste como no seguir a nadie. Su única ventaja es que, con toda seguridad, dejarán de seguirte en cuanto vean que no les sigues.
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  • El retuitero suplicante: posiblemente este perfil es el que menos me gusta de todos. Responden a uno de tus tweets pidiéndote un retweet de su tienda, su blog o su evento. Como ya soy veterana, lo primero que hago ante algo así es irme a su perfil, y viendo sus tweets puedo comprobar que este mismo retweet se lo han pedido a otros mil más. Es muy feo hacer eso y esta gente son carne de bloqueo. Si quieres que tu perfil sea interesante, tienes que personalizar tu mensaje. Lo otro es spam.
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  • El infiltrado: este perfil diabólico es relativamente nuevo. Gente que usa otras redes sociales y, ya de paso, publica su mensaje en twitter. Pero nunca están en twitter, sino en esa otra red social, con lo que no tienen relación con sus seguidores, ni les interesa lo más mínimo lo que les digas por twitter. A mí me parece estupendo que twitter no les resulte interesante, pero no me lo “ensucies” con tus tweets y permanece en tu maravillosa red social, que no es la mía.

 

Hay otros perfiles que no me gustan: los maleducados, los spamers, los pasivos… Pero eso tendrá que ser en otro post.

¡Nos vemos en twitter!