El sábado pasado viví uno de los mejores cumpleaños de toda mi vida. Más que por el plan en sí (que fue maravilloso) porque todo salió perfecto y eso, yendo con niños, es un valor muy a tener en cuenta.

Expo Cartier 2

Además de los regalos propios del día, mi marido me organizó un plan estupendo:

Primero fuimos al Museo Thyssen a ver la exposición El Arte de Cartier. Teníamos entradas para las doce y cuarto (dejaban pasar grupos reducidos cada cuarto de hora) y como llegamos antes, estuvimos dando una vuelta por la tienda del museo, una de las mejores que he visto y con muchísimos libros y juegos para niños. Cuando llegó la hora, bajamos y tuvimos la suerte de que mi hijo pequeño se quedó dormido nada más entrar, con lo que pudimos disfrutar de las joyas con tranquilidad. Todo lo que se expone es absolutamente espectacular y hasta mi hija lo disfrutó muchísimo. Me gustó especialmente la parte de la Flora y la Fauna (joyas con formas de plantas y animales que nos dejaron boquiabiertos) y también la parte de las joyas de las famosas. Verdaderas obras de arte. Para los que queráis verla, la exposición sigue hasta el día 17 de febrero, así que aún estáis a tiempo.

Expo cartier 3

Después de ver la exposición, fuimos al Mercado de San Antón. Me encantan este tipo de mercados delicatessen en la que todo tiene tan buena pinta y encuentras comida que no está en otros lugares. El mercado tiene tres plantas. En la más baja está el mercado propiamente dicho, en la segunda, hay una serie de puestos en los que preparan todo tipo de comidas (japonesa, griega, pinchos…) y unas mesas para coger la comida que te apetezca y tomarla allí mismo.

Restaurante San Anton

Nosotros teníamos mesa en el restaurante de la planta alta, que en verano tiene una terraza con una pinta estupenda y que ahora estaba cubierta. La opción del picoteo me llama más la atención, pero yendo con niños, el restaurante resulta mucho más cómodo. El sitio, precioso, y su especialidad, los productos 5 Jotas, así que está claro que todo iba a estar delicioso. Pedimos un menú de carnaval para compartir y nos encantó a todos, incluidos los niños. También pedimos las croquetas con jamón ibérico, que estaban tan ricas como os podéis imaginar.

restaurante San Anton 2

Después de comer pensábamos pasear por Fuencarral pero el cansancio pudo con nosotros y volvimos a casa.

Sé que parece un día simple, pero os puedo asegurar que lo voy a recordar como un día maravilloso.