Lunes de moda: mis rebajas pensadas

Desde hace un par de temporadas he procurado no caer en la tentación de la locura de las rebajas y creo que poco a poco he depurado un método que me está funcionando muy bien, y además me está permitiendo incluso invertir en prendas interesantes.

No se trata de un tratado de las buenas rebajas pero sí de usar la cabeza en vez del corazón.

Algunos de mis trucos de compra son estos:

• No sucumbir al primer impulso: ni esperar en la puerta de la tienda a que abran el primer día de rebajas ni su versión online, actualizar la página en la que queremos comprar hasta que ponen las prendas rebajadas y compramos sin control. De hecho, los primeros días es mejor no ir. Las rebajas son mínimas y podemos encontrarnos en casa con cosas que no necesitábamos al precio que tenían en navidades.
• Aún regalado, mejor controlar: en mi caso, tenía una tarjeta regalo de El Corte Inglés desde navidad, que quería dejar para las rebajas. La ventaja de este comercio es que las prendas de marcas llegan a estar realmente baratas, alcanzando el nivel chollo que todos queremos encontrar. Me contaron que es por un tema de almacenaje (es más barato vender la prenda a bajo coste que tenerla que almacenar) así que esperar juega a nuestro favor. ¿Qué me ha supuesto la espera? El comprarme una chaqueta vaquera de Levi´s al cincuenta por ciento y unos salones estupendos a un precio insuperable.
• Llevar una lista. Soy la reina de las listas, pero la verdad es que me sirven. Me hacen centrarme, ir por un objetivo y no distraerme en prendas que no necesito. Si veo algo que me enamora y no está en la lista, me planteo si enriquecería mi armario. Porque una no tiene porque tenerlo todo en la cabeza cuando está en casa…
• Intento no sucumbir a la prenda estrella de la temporada. Sí, nos encanta aún, pero si se ha visto mucho por la calle, corremos el riesgo de cansarnos nada más ponérnosla en casa. Es cuestión de analizar. ¿Es una prenda combinable? ¿Tenemos muchas opciones de explotarla aún sólo en esta temporada? y la gran pregunta ¿Si nos gusta tanto: por qué no la adquirimos al principio de la temporada? Si hay buenas respuestas para estas preguntas, compra. Al fin y al cabo, aunque haya que tener cabeza, las rebajas están para divertirse.

• En caso de duda, mejor básicos. Estas han sido mis rebajas de los básicos: un blazer tipo brittish, un bolso en color cuero, una camisa blanca, unos salones, una chaqueta vaquera… todo prendas atemporales. Las necesitaba y he renovado las que ya tenía. Y les veo tantas opciones que estoy contenta con el resultado.
• El chollo existe. Mi reto cada temporada de rebajas es encontrarlo. En la pasada fue un bolso de Marc Jacobs al precio de uno de Uterqüe (y no de los más caros de esta tienda precisamente), en esta ha sido un bolsito de piel verde a un precio de risa. Pero sé que aún hay tiempo para encontrar algo más. Sólo me siento y espero.

• Si no es chollo, al menos que sea flechazo. Yo suelo guardar algo de dinero para una prenda de la que lleve enamorada hace tiempo o que haya visto y no haya podido comprarme. Me hace pensar que estoy invirtiendo en mi fondo de armario más que cayendo en una tentación tonta.

Quizás estos consejos os sirvan también, no son la panacea pero a mí me vienen sirviendo.

Y si caemos en la tentación y luego llega el arrepentimiento, siempre nos queda la devolución.

Fotos: La Ratita Presumida, Zara.