Tanto mi marido como yo somos de la opinión de que cuando viajas con niños, que ellos estén contentos hace el viaje mucho más sencillo. Así pues, cuando decidimos que estas navidades íbamos a salir fuera, nuestra primera opción fue Disneyland. Somos veteranos en este destino, de hecho, está ha sido nuestra tercera vez y la segunda en estas fechas.
Otra de las máximas a la hora de viajar con niños es que, en la medida de lo posible, lo que debe primar es la comodidad, el no complicarnos la vida y en la medida de lo posible no “racanear” si el resultado va a empeorar mucho el viaje. Así que, como ya conocíamos el Hotel New Port, en el mismo parque, decidimos optar por elegirlo nuevamente y, dado que íbamos con un niño de dos años, coger una habitación “Almiral”, que era la que nos recomendó la mujer del parque con la que hicimos la reserva.
Partiendo de la base de que somos unos enamorados de este lugar y de que estábamos entusiasmados con el viaje, el primer día fue algo decepcionante. La habitación se suponía que era más cercana a la recepción (se trata de un hotel de unas dimensiones muy grandes, con lo que la distancia se convierte en algo de suma importancia) pero al final, nos dieron una esquinada, con lo que teníamos que recorrer una distancia tremenda hasta conseguir llegar al ascensor. Otro tema que tampoco nos gustó (supongo que aquí la crisis y la escasez de personal tienen mucho que ver) es la poca higiene de todo el hotel. No es que estuviera muy sucio, pero sí algo abandonado. Puede que una pequeña reforma sea ya necesaria después de veinte años desde su apertura.
Aún así, en un viaje como este, lo bueno siempre compensa a lo malo, y hubo algunas sorpresas que, pese a que en un inicio pudieran echarnos para atrás, luego nos sorprendieron gratamente.
Como dividiré el viaje en varios posts, en este primero haré una serie de recomendaciones básicas por si tenéis pensado viajar allí y también por si os animáis a hacerlo en Navidad.
- Os recomiendo coger la cena de nochebuena con personajes. Si lo hacéis, no es necesario esperar para ver a Papa Noel en el parque. Nosotros fuimos directos a verle, esperamos una cola de tres horas, y luego apareció en la cena del 24, con lo que perdimos un tiempo valiosísimo. Además, esta cena es genial para los niños, todos los personajes aparecen, se acercan a las mesas, bailan, se hacen fotos con ellos. Además, los niños se llevan un regalillo y ver la emoción en sus caras es una de las mejores experiencias del mundo.
- No sé si sería por el clima o por falta de personal, pero no vimos tantos personajes paseando por el parque como en otras ocasiones, con lo que hacer un desayuno o comida con ellos te permite tener fotos, que los niños los vean de cerca y con la tranquilidad de no tener que esperar colas ni pasar frío.
- Otra recomendación es ir a la cena de Buffalo Bill. Nosotros estábamos bastante cansados ese día y estuvimos a punto de anularlo, pero no pudimos alegrarnos más de no hacerlo. Fue genial, divertida, y se nos pasó el tiempo volando viendo el espectáculo.
- En cuanto a comidas, hay que ir con la mente abierta y el estómago preparado. Ni siquiera las comidas “elegantes” se pueden calificar de lo mejor que he probado. Menos más que a nosotros nos gusta todo y los niños fueron también comiendo. Si no, siempre está la opción de comer en el Village, el paseo que hay justo a la salida del parque y que hay todo tipo de restaurantes de comida rápida.
- Si vas allí, la paciencia debe ser tu máxima. Nada es rápido y los franceses se toman su tiempo para todo. Si no tienes paciencia, lo pasarás realmente mal.
- Si llevas un niño pequeño, llévate carro o alquila uno. Para recorrer el parque, no hay nada mejor. Además, puedes dejarlo tranquilamente a la entrada de cada atracción porque nadie lo va a tocar. Eso sí, llévate la burbuja para la lluvia, porque allí llueve muchísimo.
- Abrígate. Aunque esta vez nos ha hecho menos frío, un buen calzado y un plumífero serán tus mejores compañeros y el gorro que cubra las orejas, es esencial.
En el siguiente post os contaré más detalladamente las atracciones y alguna otra aventura que nos ocurrió.
(Las fotos son un poco regulares. Prometo mejores fotos para el siguiente post)
Ainsss, este nuestro gran viaje pendiente, al final, por unas cosas o por otras nunca lo hacemos… Me lo pongo como Propósito de año nuevo! Ya te contaré!
Besazos!
Pues con niños no hay destino más emocionante, ver sus caras hace que merezca la pena todo!
Hola!
Me ha encantado el post, muchas gracias por explicarlo tan bien! Creo que nunca te he hecho ningún comentario en el blog, pero esta vez me ha parecido q era el momento adecuado. Me apunto todas las recomendaciones que haces, para cuando podamos ir nosotros con el peque… Lo único q me tira para atrás es el precio, me da la impresión q te tienes q llevar una pasta gansa…para eso tenemos q ahorrar 😉
El viaje en si es caro pero allí los gastos son mínimos, comer y algún capricho que quieras llevar. Eso si, recomiendo media pensión, evita tener que cenar fuera, después de un día cansado 🙂
Yo fui hace 6 años en mi luna de miel. Estuvimos en París y por supuesto Disneyland. Lo pasé genial. Fue un 12 de enero y la verdad, el tiempo fabuloso, sol con un poco de frío. Vimos a muchos personajes por el parque. Las atracciones divinas. Comimos en un sitio de comida rápida tipo mcdonalds y muy bien también. Las tiendas…¡geniales todas! Me sorprendió que por esas fechas hubieran muchos niños siendo época escolar y más un día entre semana. Lo recomiendo. Volveré seguro. Tu post me ha hecho volver allí y recordar mi luna de miel. Besos.
Allí siempre hay niños, es sorprendente! El tiempo es inestable así que tuvisteis suerte. En un sitio genial para ir, la verdad
Nosotros vamos en semana santa, así que me va genial todas las recomendaciones que quieras darnos. Vamos 2 familias, la nuestra y mis cuñados, en total 3 niños de 9, 5 y 4 años. Toda la información será bienvenida. Gracias
Quiero que haya algún post más, sobre todo de recomendaciones en el propio parque. Me alegra que te sea de utilidad
Gracias por la información,valiosísima pq es un viaje pendiente.
Por cierto,qué comida es la que has fotografiado? No tengo ni idea de lo que puede ser,pero muy de niños no parece..
La comida es pescado, de la noche de nochebuena. No es para niños, ellos tenían un buffet libre 🙂