En esta época de crisis que estamos viviendo, es curioso como algunos términos se convierten en un modo indirecto para hacernos comprar.

Es evidente que es complicado animarse a comprar según que cosas, y cuando hablamos de ropa y de marcas caras, todo se complica más aún. Dicen que la crisis se está notando menos en las marcas de lujo, pero supongo que hay que cambiar la estrategia de venta para adecuarse a la época en la que se vive.

Así pues, de un tiempo a esta parte, no hay prácticamente ninguna publicación que no dedique algún artículo a la “inversión”  en determinadas prendas. Generalmente, cuando leemos este término, suele referirse a prendas caras cuya compra no puede excusarse porque “se llevan”. Parece que si revestimos de “fondo de armario” o de “prenda que servirá para muchas temporadas” o incluso de “clásico atemporal” la compra de algo muy caro, el pretexto no hará sentirnos mucho mejor con nosotros mismos.

Sin embargo, no siempre la inversión es una buena excusa. A veces las cifras de según qué prendas son tan escandalosas, que el término “inversión” está de más. Camisetas de Balmain a tres mil euros no serán jamás una inversión, por mucho que nos lo quieran vender así. 

Camiseta balmain

 

Camiseta de Balmain al precio de 2160 euros. No hay inversión que valga.

 

Yo confieso que en algunas ocasiones he comprado una prenda cara con la idea de que fuera una inversión, y hasta cierto punto, ha sido cierto. 

Tengo un blazer color navy de la que os hablé aquí. Fue un regalo de mi marido y creo que fue una buena inversión. Me lo he puesto muchísimo, va con todo y creo que de sobra está amortizado el dinero que costó.

También me ocurre con los bolsos. He pasado de comprarme un bolso casi cada vez que entraba en una tienda a  comprar un par de bolsos al año que realmente me gusten y que vaya a usar muchísimo. Algunos han sido caros, pero me han valido muchas temporadas con lo que al final han resultado más baratos que otros que me costaron muchísimo menos.

Milla monogram canvas pochette pm thumb

Este fue un capricho que he amortizado con creces. Al final fue una inversión

 

Esta temporada me he planteado hacer una buena compra en vez de comprar a lo loco. De momento lo estoy cumpliendo y estoy contenta con lo que hay en mi armario.

Así que la duda queda ahí ¿inversión o gasto injustificado?