Personalmente creo que la búsqueda del bañador perfecto es una misión casi imposible. Así que confieso que siento pánico cada vez que el calor se acerca y tengo que ir a elegir un bañador. Y eso que me conformo, no con que quede espectacular, sino sólo con no verme absolutamente espantosa.

Y teniendo en cuenta que paso en bañador tres cuartas partes del verano (la piscina comunitaria es el único lugar al que huir cuando se tienen dos niños pequeños y hace un calor demencial), que haya una marca que se esfuerce en hacer bañadores pensando en la mujer ya me parece todo un acierto. Parece obvio pero no lo es en absoluto.

Cuando desde In love swimwear se pusieron en contacto conmigo para hablarme de su marca, me despertó la curiosidad que una mujer, la colombiana Shery López, hubiera pensado en las formas de la mujer para resaltar todo lo mejor y hacer unas prendas que realmente favorecieran. La marca se creó en 2007 y desde entonces no ha hecho más que crecer, ofreciendo en la actualidad bikinis, trikinis y trajes de baño.

He tenido la ocasión de verlos y probármelos y debo decir, que además de ser muy favorecedores, tienen una calidad asombrosa y están muy bien terminados. Porque, además de sentar bien, un bañador debe resistir tanto el cloro como el agua del mar y el sol, y no desintegrarse antes de los primeros lavados. Esto, que parece simple, es el reto más difícil para un tejido.

 

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Si queréis echarle un vistazo a su colección, podéis visitar su web y si os animáis, podéis comprarlos on line aquí.

Seguro que os gustan tanto como a mí.

Foto: in love swimwear