Tras meses, sino años, renegando de los estampados, parece que la primavera ha llenado mi armario de prendas con todo tipo de motivos impresos.

Quizás el cambio de tiempo me ha hecho ser más atrevida o quizás esté cansada de los colores lisos, pero cada vez que veo un estampado en una tienda, es como si tuviera un imán para mí, cosa que nunca me había sucedido.

La última, esta blusa:

Foto 23-04-12 19 12 05

 

Es de Primark y sólo me costó diez euros.

Y cada vez que la veo en el armario, la miro y sonrío.

*Foto tomada por mí con iPhone