inditex

Después de vivir mi operatio interruptus in extremis el pasado viernes (creo que la intervención será finalmente el próximo viernes, pero ya no me atrevo a decir nada, mantendremos informados), decidí darme un second round por un centro comercial para conseguir entrar en las tiendas en las que me había sido imposible el primer día de rebajas. No buscaba nada en concreto, sólo escarbar un poco en busca del tesoro.

Entré en H&M, porque para mí, una visita a un centro comercial sin entrar en H&M no está completa. Las rebajas eran tan extremas que casi me volví loca. Pantalones de diez euros con una rebaja del setenta por ciento y otras prendas sin rebaja de ningún tipo. No puedo entender algo así, pero es un misterio que me hace gracia.

 

etiqueta hm

 

También entré en Massimo Dutti. No es mi tienda preferida pero tenía curiodidad ya que no había podido entrar el primer día  porque no sé bien qué ocurre con esta tienda, pero la gente se vuelve loca cuando comienzan las rebajas. Pueden esperar perfectamente una cola de ¡una hora! para pagar una camiseta o unos pantalones. Y así pasa, que a los dos días, parece que un huracán ha arrasado la tienda y cuando te acercas sólo hay New Collection por todos lados, que otra duda que se me despierta a mí es porqué lo que toda la vida ha sido nueva colección ahora lo tienen que poner en inglés, porque, la verdad es que dudo mucho que fueran ingleses todos los que, como yo, estaban paseando por el centro comercial. Bueno, concreto que me voy de tema (estoy un poco empanada hoy, sorry).

massimo dutti rebajas

 

De refilón hacía un par de días había visto una camiseta de tirantes de rayas chocolate y beige que costaba 9.95, ya rebajada. El precio era una tontería, pero no sé, no me animé y la dejé. Pues al verla nuevamente me di cuenta de que la habían bajado a 7.90. No cogerla a ese precio hubiera sido de tacaña absoluta y otra cosa seré yo, pero tacaña creo que no.  La cogí y seguí toqueteando, más que nada por fastidiar a las dependientas que, sin tregua nos perseguían doblando todo lo que tocábamos. Y cuánto más empeño ponían, más me cabreaban y más les arrugaba yo todo. Después de mi operatio interruptus no tenía yo ganas de que me tocaran las narices, la verdad.

Cuando ya me encaminaba a la caja para pagar, vi un montón muy desordenado, ése que está a la entrada de los probadores y que podría ser llamado “de los tesoros ocultos”. Y es que yo no puedo ver un montón desordenado, es cosa de familia. Revolver está en mis genes.

Comienzo a sacar camisetas y pantalones cuando, oh sorpresa, me sale la chaqueta que hacía juego con la camiseta que llevaba en la mano. Y también estaba a 7.90. ¿Quién era yo para oponerme a los astros que me habían ofrecido un presente como aquél? Pues nadie, así que, hala, a la saca.

Voy a la caja y cuando me pasa las dos prendas, me dice que eran 19.90. No es que sea yo un hacha en matemáticas (de letras de toda la vida, más bien), pero hasta sumar ocho y ocho llego. Le digo que se ha equivocado, ella me mira con mala cara, y le enseño la pegatina con el precio final.

Se puso pálida.

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Por lo visto, el chico de la mañana se había equivocado en el etiquetado de todos los precios y todo lo había puesto a 7.90. Era la tercera chaqueta que vendían a un precio menor. Yo me callé y esperé. Pagué mis quince euros y salí feliz como una perdiz.

No sé qué me hizo más feliz, si haber encontrado ese chollo a deshoras o el haber sisado cinco euros al Emporio Inditex.

El caso es que el tema me alegró el día. Y ya me hacía falta.

Eso sí, creo que por el momento las rebajas se han acabado para mí.

Ay, la crisis….

¡Feliz lunes!

Edito para agradecer enormemente lo que Isa de Planeta Isabelino me mandó el otro día y que me emocionó muchísimo. Y que haya gente que aún me pregunté porqué escribo este blog. La respuesta es tan fácil como para conocer gente tan estupenda como tú.

laratitapresumiiiidaaaaaa