what not to wear tlc

Imagina que un día, dos desconocidos aparecen en tu casa, o en tu lugar de trabajo, o en el lugar en que te reúnes con tus amigos o familia, y te ofrecen 5000 euros para gastar en ropa y de paso, dar un giro absoluto a tu look (peluquería y maquillaje incluido)

El plan parece de lo más tentador, pero existen unas reglas: debes renunciar a toda tu ropa, sometida previamente a su veredicto y a una serie de normas de estilo para gastar el dinero que te han ofrecido.

Este es el argumento del programa what not to wear o ¡No te lo pongas! en su traducción española. Este programa comenzó en la BBC y posteriormente saltó el charco para ser adoptado por los americanos, en concreto, por la TLC. Actualmente, la versión americana está siendo emitida por el canal People and arts y me confieso enganchada.

Por si alguien desconoce el programa, el argumento es el siguiente: algún conocido de la persona a transformar, se pone en contacto con ellos. De este modo, una serie de cámaras ocultas observa al que denominaremos víctima para ver cómo viste en su vida cotidiana. Además, sin conocimiento de la víctima entrevistarán a su familia y amigos para que expliquen porqué creen que debe cambiar su look. Una vez aceptada su nominación, los presentadores, Stacy London y Clinton Kelly, aparecerán en plan Sorpresa, Sorpresa ante la víctima y le ofrecerán una tarjeta de crédito por el valor de 5000 euros, explicándole que debe acompañarles hasta Nueva York durante una semana y someterse a sus normas.

Todos aceptan y se trasladan con toda su ropa hasta el despacho de Stacy y Clinton. Este es el momento más divertido para el sádico televisivo que todos llevamos dentro. Con la ropa colgada en burras y con un espejo de 360 grados, critican sin piedad a la víctima: sus faldas, sus pantalones, sus camisas, su pelo…Nada escapa al sadismo de esta pareja. Como remate, colocan un cubo de basura gigantesco en mitad de la sala en el que van tirando toda la ropa, ante la mirada atónita o disgustada de la víctima.

Después llega la segunda parte, le dan una serie de normas sobre la ropa que más le favorecerá y le sueltan por la Gran Manzana para que compre a placer. Lo que para mí sería un disfrute absoluto, se convierte en un suplicio para estos concursantes. Como en el fondo se resisten al cambio, se rebelan a comprar la ropa propuesta y es cuando Stacy y Clinton aparecen en la tienda y le obligan a seguir las normas.

Tras dilapidar el dinero, pasan a chapa y pintura, vamos, a peluquería y maquillaje. Esto también les disgusta bastante, en especial a la mujeres melenudas de la América profunda.

Por último, aparecen espléndidos, primero ante los presentadores y porteriormente ante la familia, que los recibe como si se tratara de una estrella del rock. El final nos muestra a la víctima feliz de la vida con su cambio estético, que generalmente también ha cambiado su vida.

Me encanta este programa y me gustaría ver la versión española. Sobre todo, me divierte pensar en quién se merecería este cambio. Me hago dos preguntas:

¿Qué famoso nacional merecería la tijera de Stacy y Clinton?

Y yo ¿me sometería a sus normas con tal de tener una tarjeta de crédito de 5000 euros para gastar en ropa? A ver: 5000 euros, todas las tiendas a mi disposición, sesión de peluquería y maquillaje… No sé, no sé, tendría que pensar.